domingo, 14 de diciembre de 2014
Cadáveres de magro
Bledar ya se había ido hacía tres horas a deshacerse de los agentes de policía y Petenyel cada vez estaba mas nervioso si cabe, pues los planes no se debían modificar más.
Tiburcio y Mr. Güau aguantaban la monótona espera jugando a los dardos mientras se ariborraban a Brandy y a pienso de granel.
Petenyel con su cuchillo hacía muescas en la barra del bar, cuando en mitad de su desesperación entra por la puerta Bledar
-Maldita cucaracha Albanesa... ¿tanto tiempo se tarda en dehacerse de dos bazofias como esas? ¡mas te vale darme buenas noticias!-dice alzando su cuchillo Dimitri Petenyel
-Verás Dimitri, los he descuartizado, metido en bolsas de basura y después los he lanzado a la ría de Porthland Coast con unas cadenas, nunca se volverá a saber de esos dos mequetrefes
-Bien, esas ratas de alcantarilla no volverán a molestarnos. Tenemos que movernos, no podemos seguir operando por ese barrio, este negocio tiene que espanderse por mas ciudades y estados, los ingresos están bajando- Exclama Petenyel
Barman, que era el que mas entendía de negocios interviene en la conversación
-Dimitri, acordamos que yo en la sombra me iba a encargar de la gestión de este negocio, tu eres hombre de acción, nervio, yo bajo estas paredes operaré en la sombra, solo tienes que afianzar ciertos negocios, Don Pedro es mi contable y lleva trabajando varios años en esto, es un experto en estas cosas, pero no suele quedarse mucho en los lugares, no se por qué, pero deberías aprovechar para que te explique algunas cosas, espera que le llamo: Pedro, ven un momento por favor
Aparece el contable, un hombre calvo y de alta estatura, quien fríamente le explicó todos los pasos que debía seguir para la creciente gestión de su negocio. Estaban hablando cuando Tiburcio interviene:
-¡Joder! yo ya estoy harto de estos fregados, a mi me prometisteis que ibamos a encontrar a mi dueño Tiburcio y aun no se nada, me tratais como a un subnormal.
-Tranquilizate, Tibur, anda hazme un favor y llevame estos dos cortados y este juego de fichas a la mesa cuatro
Tiburcio coge la bandeja y cuando va a dejarla en la mesa se le cae todo desperdigando todos los cafes y fichas por el suelo
¡PLAF!
-¡Cago en sos Zacarías!¡que torpe de caballo que eres!-dice riéndose Mr. Güau apurando la última calada de su trompeta de yerba
-Maldito Caballo estúpido...-gruñe Petenyel
-No me entendeis, yo quiero encontrar a mi dueño... snif...-Tiburcio se fue a llorar a la trastienda mientras Barman secaba la madera del suelo con una ponzoñosa fregona
Petenyel no aguantaba mas la situación y estalla en furia clavando su cuchillo en la barra:
-¡Callaos todos, basta ya, aquí mando yo y las cosas a partir de ahora se van a hacer a mi manera!
-Tranquilo tronco, que las cosas no se arreglan a voces, relajate un poco, te doy un ganjah si quieres-dice pacificante Mr. Güau, pero Petenyel ya había estallado en cólera
-Callate, sucio pulgoso, no se para que os he contratado a ti y al inutil ese de caballo, que no hace mas que lloriquear... todos parece que quereis darme lecciones de como tengo que hacer las cosas, pero llevo muchos años en este negocio y no me vais a tocar las pelotas mas, y mucho menos que me venga el Pedrito este a decirme como lo tengo que hac... glúb... gg... ggglgg...
Antes de que acabase la frase, el supuesto contable con una velocidad letal coge el abrebotellas y degolla a Petenyel rápida y sigilosamente
-Mi nombre no es Pedrito, me llamo Pedro Irrigorri
-¡Oh joddeer!¡Peeetenyel! ¡Petenyel!-rogaba el matón a sueldo Bledar al ya cadaver Dimitri Petenyel
Barman, con su siempre inamovible tranquilidad:
-Se me olvidó decírselo, este es Pedro Irrigorri, odia que lo llamen Pedrito, y ha asesinado a más gente que toda la mafia eslava junta, lleva matando desde niño. Me caía bien, pero se estaba columpiando mucho, hay que saber donde está tu sitio, los delirios de grandeza no van bien para la gente irritable como Irrigorri
Irrigorri se colocaba las gafas con una frialdad atípica cuando por la puerta entra una mujer policía con una patruya armada
-Es aquí compañeros, son los que andaban buscando el agente y sargento, ¡Arriba las manos!
-¡¡Disparad!!
Se arma un tiroteo increible en el local, cuando Mr. Güau y Tiburcio aprovechan para escabullirse
-¡Corre Tibur, vamos!
-Arranca por dios Mr.Güau, vámonos de aquí
brrrmmmmbbrrrr... arranca el Cover
-Cago en sos Zacarías... este coche es lo mejor que se ha hecho nunca, ¿o no? ¿a donde vamos Tibur?
-A buscar a mi dueño, ha de estar en alguna parte, en algun lugar
C O N T I N U A R A ...
Zaballuca III domingo de Adviento: "te rogamos, óyenos"
jueves, 4 de diciembre de 2014
La escucha
Unity Station es un lugar sombrío y sin ningún tipo de interés turístico. Son edificios grises cubiertos del hollín de fábricas que alguna vez en el tiempo tuvieron algún tipo de actividad. Hace años que se convirtió en uno de los distritos más pobres de la ciudad. El fuerte desempleo, registrado a finales de la década de los ochenta, acució una situación de desesperación, delincuencia y sobre todo miedo. Es el barrio del miedo. Los pocos vecinos oriundos que quedaron en el barrio, atendiendo algunos de los negocios, como Jeffrey el de la licorería o Pete el zapatero de la Avenida de Harrington viven en una indeseable tensión, fruto de la extorsión de las bandas que dominan la zona.
Unity Station se divide en dos zonas bien diferenciadas. El puente Callahan sirve de conexión entre ambas. Sus habitantes conocen la margen izquierda como "The Bitches" (Las putas), los llaman así pues allí se encuentra la comisaría de policía y la iglesia. Ambos iconos resultan molestos y muy atacados por las bandas. La zona derecha, donde hallamos los más altos índices de criminalidad de la ciudad, es conocida como "Black Lion's Area". Sin embargo, los dos peligrosos clanes del barrio conviven, desde hace años, a lo largo y ancho de ambas partes. El puente Callahan ha sido lugar de los encuentros más sangrientos y peligrosos de los propios Estados Unidos. Auténticas batallas campales. Aún recuerdan los viejos del lugar la laboriosa construcción del puente, muchos eran niños de parvulario y recuerdan la ilusión de las primeras obras. Hoy día, lo demolerían.
Es bien sabido por todos los vecinos del barrio que el pub "Pickles" es una tapadera. Desde el minuto 0, este pub de estilo británico, ha sido testigo de los más turbios negocios imaginables. Desde el tráfico de órganos, la trata de personas y droga, pasando por la prostitución ilegal. Su propietario, James Cassidy, nunca ha sido visto por la zona, de hecho hay quien dice, incluso, que no vive en la ciudad desde hace varios años. Es un buen amigo y colaborador de la mafia eslava, en especial, de nuestro hombre, Dimitriy Petenyel. De las labores de barra se encarga Tommy, más conocido cariñosamente por toda la fauna del barrio como "Barman". Es el portavoz de Cassidy.
-Atento, Barman. Tenemos problemas. Convoca a Bledar y los suyos. Tenemos que ser una piña.
-Maldita sea, ¿Qué ha ocurrido, Dimitriy? ¿Hace falta llamar al jefe?
-No, no. Esto no es asunto de Cassidy. No hay por qué molestarlo. Esto lo arreglo yo rápidamente. Se trata del sargento Smith y su puta becaria, ese tal...McNulty, o Mc..no se, solo se que tiene apellido escocés.
-Jo-der. ¿Qué saben ese par de ratas? Jodidos maricones...
-Pues ahora mismo estamos jodidos. Nos han descubierto. Conocen a este par de merluzos (refiriéndose a Tiburcio, el caballo verde, y el noble perrito Mr. Guau), conocen el coche, conocen el bar...¡Maldita sea! ¡Todo nuestro puto plan! ¡Eso conocen!
-Dios mio...esto es la ruina, Petenyel. ¿Qué vamos a hacer? ¿Tienes alguna idea? -responde sofocado Barman.
-Por lo pronto pon dos "cortaos". Guau, Tiburcio, ¿Queréis algo?
-Yo tomaría una buena taza de pienso -se precipita Mr. Guau
-Yo un poco de agua de la fuente, si puede ser -relincha Tiburcio, agotado.
(Barman sirve a los peculiares esbirros de Petenyel. Dimitriy, con gesto serio se dispone a contar su elaborado plan. Él es un hombre de recursos)
-Veamos...mi plan es bien sencillo. Acabamos de dejar noqueados y atados a esas dos bazofias en la tienda de Ivanov. De lo contrario cuando hubieran despertado, seguramente, llamasen a alguno de sus mierdas de compañeros. Pues bien. Los hemos dejado bajo llave. En el departamento de policía sólo ellos dos conocen nuestras andanzas. Por lo que es bien sencillo. Llama a Bledar, el albanés, el sabe lo que hay que hacer. Las llaves están metidas en el buzón que hay fuera de la tienda. Haz que no tarde.
(Barman asiente. Corre a la trastienda a llamar al matón albanés. Aún comentan los vecinos del bloque al que pertenecía la tienda del difunto Ivanov como aquella noche se escucharon dos disparos secos y fríos como un bloque de hierro junto al río)
-Oh mierda... -espeta Mr. Guau mientras arranca el destartalado "Cover".
-¿Qué ocurre, perro? ¿No arranca esta jodida tartana? Tenemos que hacernos con un vehículo más serio, joder...somos el hazmerreír del puto barrio. -Vocifera malhumorado, como siempre, Petenyel.
-No, no es eso Dimitriy... ¿Te acuerdas de la agente que iba con McFerrie aquella noche que sospechamos que nos estaban siguiendo...?
-Coño, es verdad. Esa zorra sabrá que hemos sido nosotros quienes hemos matado a esos dos bastardos. Y ella lo sabe todo sobre nosotros también... -discurre el caballo Tiburcio.
-¿Es que nunca podemos tener un puto día en paz? -Vocea exageradamente Petenyel.
-Y lo peor de todo es que no sabemos su nombre...
...TO BE CONTINUED...
Serdrës en el año jubilar de la Sta. María de las Miserias.
jueves, 27 de noviembre de 2014
Encrucijada
-¡McFerrie! tenemos que ir hacia el barrio Ruso de inmediato y hacer guardia frente a la tienda de Ivanov, ¡tenemos ventaja de que aun no saben que conocemos sus planes!
-Puede ser peligroso, no sabemos con quien tratamos, deberíamos actuar con mayor cautela y...
-¡Andando! se perfectamente con quien trato, ese cabrón no se me escapará una vez mas, iré contigo en persona, los dos solos no llamaremos la atención ¡arranca el jodido coche coño!
Detienen el vehículo en el aparcamiento frente a la tienda del Ruso Ivanov, y durante una hora no observan nada, ni siquiera se veía al dependiente, pero la tienda estaba abierta
-¿Deberíamos entrar sargento?
-Vamos- Caminan y entran en la tienda con su pipa en mano, no hay nadie a la vista
-Aquí no hay nadie, sargento
-¡Mira en la trastienda!
...-¡Jodder!, ¡Es el puto Ivanov, lo han ahorcado!
-El cadaver aún está fresco, lo han asesinado hace poco
-¿Qué mierdas hacemos ahora, sargento?
Entre el impacto de la situación el sargento Smith y el Agente McFerrie no se dan cuenta de que alguien ha entrado en la tienda, quien con una cojera probablemente bélica se aproxima a ellos y los apunta con una AK-47, cicatrices por doquier y voz rasgada
-Sargento Smith... nos volvemos a ver, hagan el favor de ponerse de rodillas
-Jodido Petenyel... una vez más me la has vuelto a jugar, pero yo que tu huiría, están al caer 5 patrullas de policía, ¡vas a pasarte el resto de tu vida pudriéndote entre rejas!
-JA JA JA... ¡руки вверх, педик!- Petenyel propina un puntapié al sargento en la mandibula y lo deja noqueado- en este barrio mando yo, y solo un mierdecillas de poli de suburbio como tu sería capaz de venir a mi casa, a insultarme
En un descuido durante el largo alardeo, el habil agente McFerrie logra golpear lanzandole un cenicero cercano a la pierna mala de Dimitri Petenyel, lo que logra tirarlo al suelo retorciendose en ruso de dolor
-Sargento vamos-intenta incorporarlo-tenemos que irnos de aquí
Petenyel, en el suelo, sin poder levantarse, dolorido y apuntado por el arma del agente Mcferrie, grita lo que parecen ser ayuda:
-¡после них, Güau,Tiburcio!
-Calla, rata rusa, maldita sea, calla o te vuelo los sesos, y digo que ha sido un accidente
-Como un misil, y sin dar tiempo a nada, un coche se aproxima a gran velocidad hacia el escaparate de la tienda y sin frenar un ápice hace un alunizaje destrozando todo a su paso. Del asiento del copiloto se baja un caballo de color verde, y como un resorte se abalanza sobre el apuesto agente McFerrie y le propina una brutal coz que lo empotra contra la estantería, dejandolo inconsciente a la vez que esta se le cae encima
-¡Joder, Tiburcio, a Green Horse!-dice Petenyel dirigiendose al caballo- ¿Por qué habeis tardado tanto?, estos patanes casi nos joden todo el tinglado
-Lo siento Petenyel, unas chicas muy guapas estaban filtreando con nosotros y ...
-Hemos llegado justo a tiempo, pensabamos que tenías todo controlado, además... siempre nos ha gustado apurar- dice bajándose del asiento del conductor un perro de color gris, responde al nombre de Mr Güau
-¡Basta de chorradas Mr Güau!-dice reincorpornadose, el malhumorado Petenyel - estamos tratando un asunto muy serio, grandes proyectos... y casi nos los joden estos dos. Vamos a atarlos meterlos al coche, tu coge a ese, este es para mi-Dice con una sonrisa malintencionada Petenyel, maniatando al todavía aturdido sargento Smith- ¿Está en condiciones el coche?
-¡Claro Petenyel, joder! es un Cover del 76, ya no los hacen así, son de acero... los coches de hoy en día en cuarta no salen, con esto he ido al fin del mundo
-Arranca, y vámonos de aquí
-¿A donde vamos?-Exclama Tiburcio
-¡A Unity Station!, uno de los locales situados en unos bajos pertenecientes a la mafia albanorusa, es de Barman, un amígo mío, allí decidiremos que hacemos con estos dos
Durante el viaje los agentes permanecen inconscientes, y llegada la altura del Puente Callahan, Tiburcio, a green horse, no puede evitar preguntar acerca de algo que le lleva tastornando el sueño durante meses
-Petenyel, no sabemos nada de mi dueño Tiburcio. Sigue en la carcel, tu me prometiste que si trabajaba gratis para ti conseguirías localizarlo y traerlo de vuelta conmigo, soy todo lo que tiene y el es todo para mi, el me vio nacer.
-Es cosa complidada chico... lo último que se sabe de el es que perdió todos sus ahorros en Las Vegas, en una timba loca. Estuvo involucrado en negocios de drogas, prostitucion y tráfico de órganos, además fuera de chirona le están esperando muchos de los que debe dinero de aquella noche fatídica de las Vegas, el juego es muy malo (Serbio, tiburciogreen 2007)
-Ya hemos llegado- Exclama Mr Güau, quitándose sus siempre peculiares gafas de sol
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Aunque nadie te recuerde.
Portland, Oregón. 6:25 a.m
-Sargento Smith, tengo novedades acerca del "Cover" del 76 que apareció abandonado junto a la Avenida Mohawk.
-Vaya, ¡Maldita sea McFerrie! ¿Es qué acaso no tiene otro jodido momento más para venirme a hablar que cuando estoy tomando mi maldito desayuno? -Brama, enfurecido, el obeso sargento Ralph Smith.
-Es que...verá... No me va a creer, pero... -susurra entre dientes un amilanado Edd McFerrie, subinspector.
-¡Bien! ¡Veo que hoy no podré tomarme mi jodido desayuno! Dispara. ¿Qué ha pasado, hombre? ¿Qué ha pasado? ¿Es que en esta ciudad siempre tiene que ocurrir algo para que yo no pueda descansar tranquilo?
(Acaba su retahíla de blasfemias y disparates con un sorbo de su café con leche y nata comprado en algún Starbucks cercano).
-Verá, sargento... Resulta que hace escasas dos horas...cuando estábamos la agente Perry y yo haciendo la ronda, vimos corriendo sospechosamente a un sujeto junto a la tienda 24h de la avenida Tenpenny. ¿Sabe a qué tienda me refiero, verdad? La de Ivanov, el ruso.
-Bien...no te vayas por las ramas, McFerrie, ¡Rayos! No tengo todo el día.
-Bueno, el caso es que en un primer momento, la agente Ferry y yo pensábamos que se trataría de un atraco, ya que el hombre que corría hacia la tienda iba cubierto con una capucha. El caso... es que, después de entrar este hombre, sigilosamente, nos bajamos del coche para cubrir la entrada de la tienda, por si ocurriese algo.
-¿Y bien? Ese maldito encapuchado iría a comprar algo de alcohol para el frío, ¡Joder, Mcferrie! Ya conoces de sobra ese barrio y sabes que está lleno de putas y yonkis.
-Permítame la discrepancia, sargento. Resulta que ese hombre, sin quitarse la capucha en ningún momento, mantuvo una conversación en ruso con el dependiente, es decir, con Ivanov. Y pudimos ver como le entregaba un arma. Concretamente era una "Uzi" de fabricación israelí. Esto ocurrió en un breve intervalo de tiempo, tanto que la agente Perry y yo tuvimos que camuflarnos entre los contenedores ya que el encapuchado salió de forma brusca y, de nuevo, echó a correr. No pudimos ver hacia donde.
-Bueno, joder, McFerrie. Aquí puedes conseguir un arma en el mismo lugar en el que te compras los pantalones. ¡Esto es América!
-Ya, sargento, pero... lo interesante llega ahora. La agente y yo entramos a la tienda nada más salir este sujeto. Ivanov estaba muy nervioso, temblaba. Parecía asustado. Nos identificamos y comenzamos a interrogarle. Al principio no colaboraba, se limitaba a decirnos los precios de las chocolatinas del mostrador e intercalaba palabras en ruso. Finalmente, después de un par de hostias bien dadas y cuatro voces, pudimos sonsacarle el nombre del sujeto que estuvo allí y por qué le entregó el arma y...no se lo va a creer.
-¡No tengo el día para acertijos, McFerrie! ¡Dispara!
-Ese hombre es Dimitriy Petenyel. Creo que lo conoce de sobra.
-¡Diablos! ¿Petenyel? Claro, claro que lo conozco. Crímenes de guerra durante la guerra de Ucrania. Mano derecha del guerrillero Appeah Dertminth y cuñado nada más ni nada menos que del hijo puta de Anatoliy Timochuff, actual jefe de la mafia ucraniana en los Estados Unidos... Esto me da mala espina. ¿Qué hace una cucaracha como esa en Portland?
-Bien...al parecer, sargento, está organizando comandos de la mafia eslava por el norte de nuestro país. De hecho, a Ivanov lleva extorsionándolo bastante tiempo. Petenyel está instalado en la ciudad. Me puse en contacto inmediatamente con Roger Cervino, del departamento de investigación para saber si conocía alguna dirección a nombre de esta persona en la ciudad o en todo el estado. Media hora después me llamó.
-¿Y qué demonios le dijo? No me puedo creer que una lagartija como esta esté aquí. Es el hombre más escurridizo que he conocido. Hace diecisiete años que rezo para que ese malnacido caiga con toda su banda, y ahora me tengo que enterar que está aquí. Yo lo atraparé personalmente. ¡Dime que tienes algo!
-Pues...resulta que no hay ningún domicilio a nombre de Petenyel, ni arrendamiento. El caso es que ¿se acuerda del cover abandonado de la avenida Mohawk? Cervino me dijo que agentes de la zona oeste han visto repetidas veces ese coche en el barrio ruso, hasta hace aproximadamente un mes. El coche es el mismo, la misma matrícula. ¿Qué casualidad que esté en Mohawk, a tan solo una manzana de la tienda de Ivanov, no?
-Tenemos que ir al barrio ruso ya. ¿Me ha entendido? ¡Ya!
-Escuche, antes de nada. Al parecer Petenyel está acompañado de dos peligrosos matones. Registramos el Cover de arriba a abajo nada mas hablar con Cervino y nos encontramos con un recibo a nombre de un tal Mr Guau.
-¿Mr. Guau? ¿Ese apellido? ¿Conexiones con las tríadas chinas?
-Me temo que es más extraño que todo eso. Llamé a la comisaría más cercana al barrio ruso para informarme acerca de este tal "Guau" y lo que me dicen es que Petenyel suele ir a cobrar las deudas y a romper piernas acompañado de un perro y un caballo verde.
-¿Cóooooomooooooo? (El estruendo resuena en toda la comisaría)
Serdrës, año 0.
martes, 11 de noviembre de 2014
El idealista
Pronto daba sus primeros pasos, decía sus primeras palabras, y jugaba con sus juguetes. Creo que nunca se cayó, ni se hizo sangre, ni se le rompieron sus queridos objetos. Se crió en una buena casa, pues era una familia solvente y adinerada. Pasan los primeros años de su infancia en un ambiente reconfortable, padre y madre en un matrimonio unido y platónico, lo criaron como dios manda, educado en la religión Cristiana, amigo de sus amigos, era un niño sociable que no tenía problemas para relacionarse con sus amigos, pues era un chaval simpático, amigo de sus amigos, lider nato de la pandilla, aclamado por muchos y necesitado por otros, el primogénito de una familia de bien.
Llegan los primeros años de su pubertad y comienzan los primeros filtreos, con las adolescentes mas guapas de su aula y clases contiguas, pues era de tez morena al mismo tiempo que de cabello rubio y ojos azulados. Deportista destacado cosechó triunfos en disciplinas varias, a la vez siempre respetando el fair-plair. Avanzada su adolescencia, salía con sus amistades por la capital mientras ampliaba su ya madurado vagaje de lindas mozas saladas. Creo que, ni siquiera tenía resaca los Domingos, por lo que acudía con sus familiares a la Iglesia como buen feligrés, tras esto una copiosa comida familiar donde sus padres y abuelos se enorgullecían de su primogénito.
Llegan los primeros años de universidad donde se traslada a la capital para estudiar Empresariales, por las mañanas acudía a clase donde nunca bajó del sobresaliente, y por las tardes entrenaba la natación donde era el mejor, continuó el transcurso de unos años de absoluta plenitud personal y sentimental
Ni corto ni perezoso el último año de carrera encontró a la que sería la mujer de su vida, se casó con su amor idílico, y tras esto encontró un gran trabajo de lo que le gustaba y en lo que era el mejor. Se fueron a vivir a un chalet con piscina donde tuvieron unos hijos estupendos y de los que disfrutaron de verlos crecer
Asumió la muerte de sus padres con tristeza pero naturalidad. Los años pasaron, vacaciones, fiestas, amigos... socialista por naturaleza y colaborador de ONGs, nada quebrantó su paz mientras envejeció junto a su mujer y sus cada vez más crecidos y esveltos hijos.
Ya era un hombre jubilado que disfrutaba de una pensión agradecida, hijos estupendos y nueras cocineras que lo ayudaban a pasear.
Disfrutó de sus nietos en su vejez, tras un trabajo bien hecho, y ya sin nada en el tintero de la vida, una soleada mañana del día del señor, su corazón dejó de latir, dormido y sin dolor. Fué un entierro llorado por muchos, la iglesia abarrotada, recibió sepultura cristiana
-Interesante...
-¿lo conociste?
-No
-Yo tampoco
lunes, 10 de noviembre de 2014
De soslayo
José Antonio Pacheco Corcuera lleva levantándose a las seis y media de la mañana desde que tenía, al menos, catorce años. Acaba de cumplir los cincuenta y un años y no sabe lo que es un Domingo en la cama hasta las doce, no sabe lo que es curar la resaca a golpe de sofá y manta. El vino que bebe, como agua, lo suda perdido entre los enormes campos castellanos. Nacido en una pequeña aldea al norte de Valladolid, apenas ha notado el cambio que el paso del tiempo ha ido sellando a fuego. La ciudad la conoce de tres o cuatro bodas a las que tuvo que asistir y, con suerte irá un par de veces más antes de entregar la cuchara. El ordeño es su primera función, antes que el desayuno. La prioridad es la prioridad. Los animales y los campos han sido sus fieles compañeros de camino desde que vio la luz. Su padre, Pedro, "Perico" como lo conocían en el pueblo había trabajado duro en sacar adelante una importante cabaña de ganado frisón y unos campos que, desgraciadamente, fueron arrasados por un pedrisco, dejando inservibles muchas hectáreas sin que estas pudieran ser recuperadas en su totalidad. ¿Todo para qué? Perico falleció como un perro después de una grave trifulca en la cantina del pueblo a raíz de una discusión sobre lindes y terrenos. Son cosas que ocurren entre la gente ruda. El ojo por ojo y el diente por diente por el cuál José Antonio está enemistado con varias familias del pueblo. Ya saben que, en este país, las envidias son algo propio de la cultura popular, de la tradición oral.
José Antonio pudo luchar por los terrenos por los que murió su padre, y finalmente, pudo honrar su memoria sembrándolos con mimo y mucha dedicación. Es él un hombre concienzudo. En lo personal, prefirió no casarse. Ya saben, hay muchas mujeres un tanto señoritas y, probablemente, no querrían ensuciarse en la cuadra, trabajando de sol a sol. De todas formas, por "H" o por "B", él tampoco fue un hombre demasiado simpático. Cuando los mozos bajaban a los bares de la comarca a ahogar sus penas en "manchados" o al baile para conocer alguna gachí de buen ver, nuestro hombre prefería quedarse enfrascado en sus labores. En invierno vive bastante más relajado, a diferencia de verano, época en la que no tiene un respiro. Pero si no hay trabajo él lo encuentra, siempre hay algún apero que arreglar, herramientas que afilar o zarzas que arrancar en sus fincas.
Con su cigarro apagado entre los labios espera algo. Ni tan siquiera él sabe lo que espera, pero lleva esperándolo desde hace mucho tiempo, perdiendo sus hundidos ojos entre el infinito horizonte de amarillos campos de trigo. Castilla es hogar y cárcel, hay que comprenderla. José Antonio es feliz viendo nacer un nuevo ternero, el preciado fruto de los campos o degustando un buen trozo de pan bregado con nata de la primera leche de la mañana. No ha oído hablar jamás de un Iphone, el ordenador lo conoce de haberlo escuchado en la televisión, al final, incluso en el más paradisíaco de los exilios ahn de contaminarte con su sociedad y su mundo. Pero nuestro querido protagonista no se deja abrumar, no permite que nadie le haga comulgar con ruedas de molino, es como su padre. Si hay que morir por lo tuyo, no hay dolor. Nadie le ha regalado nada, y sin embargo, lo miran como un bicho raro cuando se encuentra en la ciudad, donde todos parecen ser mucho más inteligentes, más modernos, más altos, más guapos...
José Antonio Pacheco Corcuera se calza, silba un par de veces a su pastor alemán: "Chicuelo" y emprenden un camino dejándose perder entre los campos, mientras algún pasajero de un vuelo regular lo observará desde la lejanía, intuyendo siluetas. José Antonio nunca ha subido a un avión, pero tampoco lo echa de menos. Hay mucho trabajo atrasado en la cuadra, y en menos que canta el gallo vuelve otro verano, y con él la siega, empacado y muchas otras labores que, probablemente, no conozca ese alto ejecutivo del avión.
José Antonio Pacheco Corcuera lleva levantándose a las seis y media de la mañana desde que tenía, al menos, catorce años.
Serdrës, año Cero.
domingo, 9 de noviembre de 2014
Una, grande y...¿como era?
Gipuzkoa, algun lugar...
¡BANG! Disparo
Lluvia... ... ...
30 minutos antes:
Herrikotaberna zazpi
-Un txakolí, Hodei
-Marchando chaval
Televisión... ... .... ...
-¿Te das cuenta no? los catalanes han sido mas listos que nosotros, mírales, ahí están votando para su independentzia... caguen sos y nosotros aqui mirando como anormales
-Moriremos sin verla, y todo porque no nos hemos puesto de acuerdo en la puta vida, eso sí, a mi que ningun españolito de esos me entre al bar a tocar los cojones, últimamente veo muchos excursionistas, que no me joda porque le mato
-Teníamos que salir a las calles y enfrentarnos a la puta txakurra joder, ¡entrar en guerra si hace falta!
¡PLACK! puerta...
-¡Apa Chuchín!
termina el vaso...
-Ni aupa ni nada, llevo un día de mierda, ¿te puedes creer, que estos hijos de puta de la Guardia Civil han hecho un control ahora mismo? me acaban de meter 400 euros por no llevar el cinturón de seguridad, esos hijos de puta, ¡a ellos que les importa lo que haga yo en mi puto coche! ¿a quien molesto? esos si que son listos (televisión), ¡mirales! en cuestión de cuatro días ya van salir de este puto país de mierda
bebe el vaso... pide otro
-De eso hablábamos ahora mismo, llevamos demasiados años así, nuestro pueblo tiene que ser libre de una puta vez- dice el chaval
-¡El problema es que no nos ponemos de acuerdo para los pocos que somos joder!-
-Teníamos que unirnos conservadores nacionalistas y abertzales como nosotros para la intependencia...y luego ya aparte que la gente decidiese. ¡Pon otros dos, Hodei!
-Yo hoy estoy muy caliente... encima me joden estos cabrones de txakurras con la multa... llevamos muchos años así, y ya se me agota la paciencia
-Pronto se te acaba majo... yo tengo 45 años y llevo en este bar viendo lo mismo toda la puta vida, la gente hablar mucho, pero callar luego también... ¿Dónde está vuestro amigo, el sodupe?
-Ha ido a liarla a Barcelona a una manifa, a armarla un poco para joder a estos españolitos¡Pon otros dos!... Chuchi, tenemos que dar un golpe encima de la mesa, empezar esto de alguna forma
-Que estás queriendo decir
-No vamos a seguir tragando mierda, esos hijos de puta de policías que te han multado se van a cagar...¿Dónde están?
-A un par de kilómetros por la general, dando por culo
-¿sigues teniendo el rifle de caza?
-Claro, ¡y hace mucho que no lo uso! podríamos ir para allí y acojonar a esos cabrones
-Vamos para allí, Chuchi
-Eh!, ¡así no se arreglan las cosas chavales! ¡las cosas se hablan! sois jóvenes... ¡teneis toda la vida por delante! no hagais algo de lo que os podais arrepent...
portazo...
-Vamos para allí, llama al Sodupe y dile a ver como va la cosa, que aquí nosotros la vamos a liar
-¿Diga?
-¿Sodu?
-Somos los Mozos de Escuadra
-¿Qué? Dónde está mi colega cabrones
-El dueño este teléfono, acaba de morir en una revuelta entre dos grupos nacionalistas y de ultra derecha, lo sentimos, tenemos que colgar, bon día
-¡Vamos a matar a esos cabrones de policías del estado! ¡ahí están!
...
La policía actúa
Silencio
Lluvia
Zaballuca: en su hábitat
miércoles, 5 de noviembre de 2014
Dimes y diretes (Las 2 Españas)
-Pónme una, Julián -dice con gesto reservado Ernesto después de lo que se supone un duro día de trabajo.
-Blanco como siempre, ¿No? -dice el afable barman mientras apura un furtivo cigarro (Ley antitabaco on)
-Sí, pero creo que hoy los tomaré de dos en dos.
-¿Y eso? ¿Qué se celebra?
-¿Celebrar? ¿Tú crees que en este jodido país es posible celebrar algún día algo?
(Julián, el barman saca dos antiguas copas de la vitrina, se estira hacia la estrecha cocina de la taberna para coger un platillo de huevos rotos. Sus ojos lloran del humo de su cigarro. Tose mientras saca la botella de vino blanco, probablemente un Rueda)
-Bueno, hombre, bueno. ¿No has oído que van a ganar esos de los círculos las próximas elecciones? Me ha dicho mi hija esta mañana que lo ha leído en eso del internet. Ya sabes, estos chicos enseguida se enteran de todo. ¡Va a dejar de gobernar el gallego ese! Que se vayan a tomar por culo esos de los sobres...
-Pero...¿Qué me dices Julián? No me estarás intentando decir que ahora apoyas al mugroso ese de la coleta, ¿No?
-Coño, Ernesto. ¿Acaso no quieres un cambio? ¿No despotricabas el otro día de todos los banqueros esos de la bankaia, o bankia o como se diga? ¿Y todos los políticos aquellos de Valencia y por ahí?
-Pues claro que quiero un cambio. ¡Quién no lo quiere! Pero...¡Un cambio a mejor! ¿O es que vamos a tener buen futuro con los rojos esos del puño en alto? Qué quieres ¿Ser como Cuba o los venezolanos aquellos que se están muriendo de hambre? ¡Son comunistas camuflados, Julián! ¿No recuerdas de lo que nos decía Don Severiano sobre esos hijos del demonio en la escuela?
-Vamos Ernesto. Ahora no me saldrás con la vieja España... y que estábamos mejor cuando no había inmigrantes y todas esas pamplinas porque eso en mi taberna... No.
-A ver Julián, me parece que ya te estás dejando lavar el cerebro. ¿No habrás ido a las asambleas esas que han estado haciendo en la casa de cultura? ¿Pero tu sabes quien es el que se presenta aquí por esos melenudos? El hijo de la Juani. Fijate tú, drogadicto y además fue un insumiso de esos, que no quiso ni servir a su patria, amos no me jodas.
-¿Algún día vas a dejar de faltar, Ernesto? El drogadicto, como tú le llamas, ha estudiado y ha leído mucho, sabe la tira de política, más que tú y yo y todos los que paran en este bar. Yo nunca había tenido los ojos tan abiertos desde el Viernes pasado. Dijo verdades como puños en esa reunión. Yo al principio estaba un poco receloso, pero mi hija me animó. Y ahora estoy seguro de que votaré a estos chavales. Son jóvenes, tienen buenas propuestas, se les ve con energía de poder cambiar toda esta pocilga que han montado.
-Que si, que muy bien Julián. Que está claro que a todos estos chorizos hay que echarlos del poder. Pero, no lucharon nuestros padres y abuelos para que los rojos se apoderen de nuestra patria y además sin ganar una guerra. Qué pasa, ¿Que la quieren ganar 80 años después sin pegar un puto tiro? Éstos lo único que quieren es llevarnos a una dictadura comunista de esas, como el Pol Pot o el chino aquel, el Mao. O mira el barbas en Cuba, ¿Es que quieres eso?
-Deberías de leer, Ernesto. Deberías pasar por una de las reuniones. Nos reunimos cada Viernes. Comprenderías lo equivocado que estás. Precisamente lo que buscamos es democracia como tal.
-Vamos no me jodas Julián (dice acalorado Ernesto empezando su segundo vaso de vino) ¿Ahora hablas en plural como ellos? Ellos se piensan que representan a los españoles, pero no. Representan a aquellos separatistas y antisistemas radicales que solo quieren desmembrar nuestra España. ¡Y yo no pienso tolerar que después de todo lo que lucharon nuestros ejércitos por hacernos un nombre en Europa; después de ganar una guerra con sudor y mucha sangre y lágrimas; perder a un padre por unas ideas descabelladas como la república...Vengan estos comecocos a engañar a un pueblo humilde, porque sacamos los tanques a la calle y...!
-¡Fuera de mi bar! ¡No pienso tolerar más atrocidades así! ¡Represor! (Blablabla...)
(Vuelta a empezar)
Serdrës: Los puntos sobre las "ies", Año Cero.
martes, 4 de noviembre de 2014
Litoral
Esta mañana mientras desatendía en la matutina lección en la Universidad, me planteo quien soy yo.
Sí, en verdad...¿quién diablos seré? ¿estoy aquí por generación espontánea? Claro que no, pero constantemente asumimos nuestro rol en el universo como que aquí estamos, y ya está. Que somos una pieza mas del puzle, un elemento de la estructura, un grano de la playa entre millones, aunque no creo que esto sea así.
Mas allá de ser el engendro de nuestros padres, y mas lejánamente de nuestros abuelos, aparentemente poco mas nos concierne... pero para que yo esté aquí escribiendo estas líneas, dos personas se tuvieron que conocer, cada una de las cuales es producto de sus padres, y estos de los suyos... ¿Quién fué el bisabuelo de tu abuelo?...¿y el bisabuelo de este, y el abuelo del anterior?
Con esto no me quiero remontar al origen de los tiempos, para unos Big Bang, Adán y Eva, o el mismísimo Olimpo, la bebida ya me empieza a subir y me pienso pedir otra ronda.
Esto simplemente me recuerda a un posible antepasado mío, o tuyo... nuestro incluso, allá por el 1500, en una pequeña villa marinera norteña.
Amanece desde el horizonte de la costa.
Nos fijamos en una austera y húmeda casa del puerto con bigas de madera, y no muy simétrica. Venancio, conocido como Veni, hijo y nieto de pescadores, de profesión pescador, se levanta con el alba mientras su esposa aún duerme. Apenas es de día aún cuando con el frío de la mañana se pone en pié y toma lo poco que queda de la leche que le compró antes de ayer al lechero. El dinero escasea, hay que salir a faenar
Llega a puerto y se junta con sus cuatro compañeros de fatiga de todos los días: Cipri, Heli, Abel y Patiño, juntos preparan los utensilios de la chalupa para salir a faenar.
No apetece hablar a esas horas, tampoco hay mucho de qué, son gente joven recien casados, dudoso futuro para sus posibles hijos en su situación actual. Han crecido juntos y en los últimos tiempos viendo como les ahogan a impuestos para sufragar las batallas de las Españas, Américas y demás historias, de las cuales ellos nada conocen, siempre encerrados en su pequeña villa entre mar y montaña, viviendo de la pesca y con lo justo para sobrevivir.
Remo en mano hizan vela y salen cercanos a puerto con la esperanza de una buena labor.
Nos fijamos en una austera y húmeda casa del puerto con bigas de madera, y no muy simétrica. Venancio, conocido como Veni, hijo y nieto de pescadores, de profesión pescador, se levanta con el alba mientras su esposa aún duerme. Apenas es de día aún cuando con el frío de la mañana se pone en pié y toma lo poco que queda de la leche que le compró antes de ayer al lechero. El dinero escasea, hay que salir a faenar
Llega a puerto y se junta con sus cuatro compañeros de fatiga de todos los días: Cipri, Heli, Abel y Patiño, juntos preparan los utensilios de la chalupa para salir a faenar.
No apetece hablar a esas horas, tampoco hay mucho de qué, son gente joven recien casados, dudoso futuro para sus posibles hijos en su situación actual. Han crecido juntos y en los últimos tiempos viendo como les ahogan a impuestos para sufragar las batallas de las Españas, Américas y demás historias, de las cuales ellos nada conocen, siempre encerrados en su pequeña villa entre mar y montaña, viviendo de la pesca y con lo justo para sobrevivir.
Remo en mano hizan vela y salen cercanos a puerto con la esperanza de una buena labor.
A mediodía , la mujer de Veni, redera de profesión, concentrada en la ardua labor, no se da cuenta de que su marido acaba de atracar, regresando de la labor
-¿Qué tal, Veni?
- ...
Su cara lo decía todo, entre los 5 esa pesca no les daba ni para comprar una hogaza
Vuelven a casa, hoy no toca comer
Al anochecer topa con el viejo Agapito, lobo de mar, hombre de avanzada edad ya retirado, con el que solía conversar por las noches a pié de puerto. Le cuenta que esta misma tarde había avistado un pequeño ballenato cercano a puerto. Hacía mucho tiempo que no se avistaba uno por la zona, y eran muy bien pagados en grasa y carne.
Se levanta Veni por la mañana como cada día y se dirige a puerto. Hoy no hace buen día, hay mar de fondo y se avista una posible tormenta.
-Veni, hoy no salimos, la mar está mal-exclama Cipri
-Por supuesto que sí. Hay un ballenato rondando por la costa, y no podemos dejar que se nos escape, con eso tendríamos para muchas semanas, vamos a morir de hambre a este paso, malditos necios¡por dios!- dice exaltado Veni
Tras una fuerte discusión, Veni, ayudado por Patiño, hombre rudo y echado para adelante consiguen convencer a los demás y salen a la mar en busca de la valorada pieza
Pasada la hora y media siguen sin éxito, la mar se enfurece, comienzan los primeros rayos y gotas de agua, el mar arrecia y tira cada vez más para adentro, los tripulantes se empiezan a asustar, pues conocen bien la mar desde niños
Desde la pequeña chalupa que se tambalea, todavía se ve en la lejanía la iglesia de la villa
-Te lo dije Veni...Salve Dios Padre...
David Zaballa, atleta, escritor y mejor persona.
-¿Qué tal, Veni?
- ...
Su cara lo decía todo, entre los 5 esa pesca no les daba ni para comprar una hogaza
Vuelven a casa, hoy no toca comer
Al anochecer topa con el viejo Agapito, lobo de mar, hombre de avanzada edad ya retirado, con el que solía conversar por las noches a pié de puerto. Le cuenta que esta misma tarde había avistado un pequeño ballenato cercano a puerto. Hacía mucho tiempo que no se avistaba uno por la zona, y eran muy bien pagados en grasa y carne.
Se levanta Veni por la mañana como cada día y se dirige a puerto. Hoy no hace buen día, hay mar de fondo y se avista una posible tormenta.
-Veni, hoy no salimos, la mar está mal-exclama Cipri
-Por supuesto que sí. Hay un ballenato rondando por la costa, y no podemos dejar que se nos escape, con eso tendríamos para muchas semanas, vamos a morir de hambre a este paso, malditos necios¡por dios!- dice exaltado Veni
Tras una fuerte discusión, Veni, ayudado por Patiño, hombre rudo y echado para adelante consiguen convencer a los demás y salen a la mar en busca de la valorada pieza
Pasada la hora y media siguen sin éxito, la mar se enfurece, comienzan los primeros rayos y gotas de agua, el mar arrecia y tira cada vez más para adentro, los tripulantes se empiezan a asustar, pues conocen bien la mar desde niños
Desde la pequeña chalupa que se tambalea, todavía se ve en la lejanía la iglesia de la villa
-Te lo dije Veni...Salve Dios Padre...
David Zaballa, atleta, escritor y mejor persona.
lunes, 3 de noviembre de 2014
La mirada de Hasán
Y es que la vida da muchas vueltas. Hasán nunca pudo llegar a nada en un país en el que se miraba por encima del hombro al diferente. Creo que en la actualidad recoge mondas de fruta por los escombros de la periferia de alguna ciudad, la misma ciudad que lo multa por no tener que llevarse nada a la boca.
Otras fuentes me dijeron que se lo veía pulular por las zonas de fiesta intentando apañar alguna perra vendiendo hash, pero claro, los musculitos y zorras de discoteca si fuman, lo hacen de calidad. Aunque les haya pegado el palo el amiguito "avispado" de la uni, o Pepe el de la esquina. Pero coño, la dignidad de estos polioperados/as (más -as que -os) podría verse truncada al aparecer junto a un "moro".
Hasán Nihú trabaja por cuatro duros, me enteré finalmente el otro día, barriendo las colillas y vasitos de café de alguna de las oficinas del centro financiero de la ciudad. Si. Las mismas oficinas donde truhanes de medio pelo encorbatados pasan la mañana rascándose el miembro o "atendiendo" llamadas de "urgente" necesidad, mientras camelan a la secretaria de turno que tendrá que complacerlos de alguna manera para alcanzar las metas de la empresa. Esa empresa que subcontrata a una decadente pequeña empresa de limpieza que, asu vez, subcontrata a pobres inmigrantes sin recursos para poder hacer y deshacer a su antojo. Así todos contentos. ¿Todos? Bueno, Hasán no tiene derecho a opinar. ¡Por qué preguntarle!
Pero, el otro día, en la carnicería se comentaba que el pobre Hasán finalmente habíase pasado al "lado oscuro". Merodea por los parques de las zonas pijas de la ciudad: (Si, cerca de las urbanizaciones de todos esos golfistas, reputados hombres de provecho, banqueros, políticos y demás beneficiados por su sistema) esperando carteras y demás objetos de valor a través de la intimidación. Ya había en la carnicería quien susurraba estudiadas máximas como (Pero claro, que vas a esperar de un...), (Ya decía yo que ese chaval no era trigo limpio...), (Fuera de aquí los mandaba yo a todos...).
Pero, aaaaaamigo, las vueltas que da la vida. Que resulta que la hija de la carnicera, con tres carreras y veinticinco másters ha tenido que emigrar. Como lo oyen. Ha tenido que irse del país en busca de algo que la haga subsistir, qué se yo, un puesto en alguna hamburguesería de extrarradio, un puestecito como "escort" o cualquier puesto donde, como Hasán, despreciarán, vejarán y después tirarán, sin reciclar.
No es esto una fábula con su moraleja. Para leer ensayos y apuntes sobre ciencia, teología y vida, vayan a KukupaPunda. En la taberna sólo nos sentamos y tomamos una copa mientras contamos lo que hemos oído por ahí. Son historias de la calle, historias de la vida. Que sepan que Hasán somos todos, también la hija de la carnicera que hasta hace cuatro días era una niña pija que dirigía su vista de forma altiva. Todos venimos de la mierda para acabar en la mierda, no esperéis mayores triunfos que triunfos efímeros y sin importancia para el grueso de una cada vez más putrefacta sociedad. Mientras, aquí en Apiá Dermin's te puedes tomar una copa, para ahogar las penas, que al final es lo que vale.
Por cierto, Hasán murió hace no mucho en una reyerta en prisión. La justicia había hablado. Un ladrón de poca monta ha de pagar. No entremos en debates...
-Pónme la última.
Serdrës, el mismo que el de Kukupa pero sin barba.
Año Cero.
domingo, 2 de noviembre de 2014
La Taberna... aquella que en tiempos no tan lejanos fue un lugar de pensamiento y desconexión, donde emanaban las ideas y eran vertidas al alcantarillado fecal cuya depuradora las filtraba y las depositaba aquí, en una taberna digital en la que había cábida para todo lo inimaginable
Fué corta pero intensa, el BigBang de los creadores, de ella salieron amistades, remangos y demás desvaríos que permaneceran para siempre en el pasado
Desde que se cerró, desde la trastienda se observa la vida pasar, un dia tras otro, como una nube idéntica la una de la otra... nosotros no somos así, hay mucho estiércol acumulado en esta infalible senda del estrés.
No tenemos un patrón, somos gente de a pié, no pasaremos a la historia ni figuraremos en los libros como Abderramán II o Justiniano el emperador, solo somos espectadores, asi que siéntante con nosotros a tomar algo en esta polvorienta mesa de madera y da rienda suelta a las ideas más descabelladas de tu oligofrénica cabeza
Miguel Tazón empezaba los cursos sin demasiadas presentaciónes, lo que me recuerda a que este individuo citado, profesor de historia en un instituto, el cual sorprendió a Hasán Nihú, alumno suyo de ese curso copiando en un examen:
-Dame ese examen ahora mismo, luego quiero hablar contigo- Exclamó Miguel sin elevar demasiado el tono
-Si señor-con voz temblorosa asentía el quince añero
El examen terminó y el profesor soltó una larga bronca al alumno por haberlo sorprendido copiando, evidentemente tenía un 0 e iba a suspender el curso. Cuando el Hasán iba a salir del aula entre sollozos, el severo profesor Miguel Tazón le sugirió algo:
-Lo tienes muy crudo, a este paso te voy a amargar el curso, aunque puedo ofrecerte una solución... ¿Te gustaría aprobar este examen?
-Claro profesor...
-Acercate joven, no tengas miedo... yo soy amigo del que quiere estudiar y aprobar-dijo mientras cerraba las ventanas, y el pestillo de la puerta
-¿Qué quiere profesor?
-Siéntate aquí-El profesor ya tenía los pantalones bajados
Fué corta pero intensa, el BigBang de los creadores, de ella salieron amistades, remangos y demás desvaríos que permaneceran para siempre en el pasado
Desde que se cerró, desde la trastienda se observa la vida pasar, un dia tras otro, como una nube idéntica la una de la otra... nosotros no somos así, hay mucho estiércol acumulado en esta infalible senda del estrés.
No tenemos un patrón, somos gente de a pié, no pasaremos a la historia ni figuraremos en los libros como Abderramán II o Justiniano el emperador, solo somos espectadores, asi que siéntante con nosotros a tomar algo en esta polvorienta mesa de madera y da rienda suelta a las ideas más descabelladas de tu oligofrénica cabeza
Miguel Tazón empezaba los cursos sin demasiadas presentaciónes, lo que me recuerda a que este individuo citado, profesor de historia en un instituto, el cual sorprendió a Hasán Nihú, alumno suyo de ese curso copiando en un examen:
-Dame ese examen ahora mismo, luego quiero hablar contigo- Exclamó Miguel sin elevar demasiado el tono
-Si señor-con voz temblorosa asentía el quince añero
El examen terminó y el profesor soltó una larga bronca al alumno por haberlo sorprendido copiando, evidentemente tenía un 0 e iba a suspender el curso. Cuando el Hasán iba a salir del aula entre sollozos, el severo profesor Miguel Tazón le sugirió algo:
-Lo tienes muy crudo, a este paso te voy a amargar el curso, aunque puedo ofrecerte una solución... ¿Te gustaría aprobar este examen?
-Claro profesor...
-Acercate joven, no tengas miedo... yo soy amigo del que quiere estudiar y aprobar-dijo mientras cerraba las ventanas, y el pestillo de la puerta
-¿Qué quiere profesor?
-Siéntate aquí-El profesor ya tenía los pantalones bajados
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